Relato de una despedida en Barco en Gijón
Os quiero explicar nuestra experiencia alquilando un barco en Gijón para la despedida de nuestro amigo Manuel.
Nosotros somos una cuadrilla de 11 amigos y ya nos ha tocado a unos cuantos ir pasando por el altar, ya vamos tres en dos años, para la última despedida la de nuestro amigo Manuel decidimos entre todos hacer algo diferente a lo que habíamos hecho en las dos despedidas anteriores. Solo teníamos claro que la íbamos a hacer en Gijón y que iba a ser en Julio.
Buscando por internet encontramos una web y mirando todos los servicios que ofrecían vimos el alquiler de barcos para despedidas en Gijón, enseguida nos pusimos todo el grupo de acuerdo, ya que era lo que andábamos buscando y reservamos el Barco.
Llego el día de la despedida a las 11:50 ya estábamos toda la cuadrilla en el puerto deportivo de Gijón aprovisionados con bebida y comida. Con los ojos vendados y disfrazado de marinero teníamos al novio. No se nos olvidara la cara que puso cuando le quitamos la venda y vio que nos íbamos todos en barco.
Llegamos a la embarcación y el patrón nos fue ayudando a subir, nos explico cómo movernos, lo que es proa, popa, babor y estribor y ese tipo de cosas que a nosotros hombres de mar a dentro nos sonaba un poco a chino.
Nada más salir del puerto ya empezamos a tomar nuestras cervecitas, escuchar nuestra música en el equipo de sonido del barco y tomar el sol, la verdad que tuvimos suerte con el tiempo y nos hizo muy buen día.
Después de llevar un rato navegando el patrón nos comento que si nos apetecía darnos un baño en mitad del mar, hacía calor y algunos ya empezábamos a estar un poco colorados del sol. Como siempre los primeros en lanzarse al agua los más valientes de la cuadrilla, el agua al principio estaba un poco fría pero al cabo de un rato ya no se notaba, el baño nos sentó de maravilla a todos.
Poco a poco volvimos a subir al barco decidimos que ya era hora de comer, nos sentamos en la cubierta y fuimos reponiendo fuerzas mientras íbamos mirando el paisaje y esquivando a alguna gaviota que se acercaba demasiado y así entre risas, música, cervezas cuando nos quisimos dar cuenta ya habían pasado las tres horas que habíamos alquilado el barco.
Al llegar a puerto todavía faltaba la última sorpresa también habíamos contratado una striper para que hiciera un show. Nos fuimos a la zona de camarotes y allí la chica hizo su espectáculo picante pero elegante al mismo tiempo donde no falto alguna broma al novio ante la risa de todos nosotros.
Este fue sin duda el mejor colofón para el alquiler de un día en barco en Gijón.